tag:blogger.com,1999:blog-51792675709254734902024-02-20T11:40:15.811-08:00El Lago ArtificialAlbixu_http://www.blogger.com/profile/10342695028405185415noreply@blogger.comBlogger43125tag:blogger.com,1999:blog-5179267570925473490.post-38573214739694434282023-11-02T06:03:00.003-07:002023-11-02T06:08:52.582-07:00SuerteAlgunas hemos tenido la mala suerte de vivir tremendos tortazos de realidad desde bien pequeñas. Mierdas varias que hemos tenido el infortunio de soportar como buenamente hemos podido. Mientras que otras personas, con características similares, no han padecido ni una milésima parte de algo parecido. Suerte la suya.<div><br></div><div>Y es verdad, que una parte de nosotras, crece antes, a marchas forzadas y de malas maneras, pero lo hace. Y seguimos viviendo y riendo. Porque el mundo no se acaba, sigue girando a pesar de los grandes males que se sufren a lo largo de todo él, a pesar de la cantidad de personas que está mucho peor de lo que nosotras hemos conocido jamás. Porque sí, porque lo nuestro es malo, pero hay mucha gente que está peor. Y a veces eso nos consuela.</div><div><br></div><div>Entonces llega un momento en el que te das cuenta de que madurar no es indepenzarte, familiar y económicamente, ni tener hijos, ni cumplir años, ni ser capaz de sobrevivir sin alguien llevándonos a cuestas. </div><div>Madurar es sentir la imperiosa necesidad de estar en otro lugar porque crees que hay alguien que puede necesitarte, aunque te apetezca una mierda estar allí, aunque tus planes fueran otros, aunque el esfuerzo te digan que es demasiado, aunque quisieras escabullirte de cualquier manera pero seas incapaz de hacerlo.</div><div>Madurar es no poner excusas de mierda para no enfrentarte a algo que te resulta incómodo y que te hace sentir mal. Madurar es tragar saliva y alejar los fantasmas de "tú no eres tan importante", "tú no pintas nada", porque tu corazón te dice que tienes que hacerlo. </div><div>Madurar es dejar de dedicar fotos en redes sociales a la gente que quieres, porque cuando quieres a alguien de verdad, ninguna foto va a tener nunca el poder de un abrazo. </div><div>Madurar es comprender que aquellos que siempre fueron protagonistas, ahora son personajes secundarios que se van borrando de tu historia con el paso de los años. Es entender que la gente cambia, pero no siempre a mejor. Y que las decepciones llega un momento en el que no duelen, porque cuando no esperas nada, es que no hay nada que esperar.</div>Albixu_http://www.blogger.com/profile/10342695028405185415noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5179267570925473490.post-21437301608756848532023-05-31T13:32:00.000-07:002023-05-31T13:32:55.865-07:00Volar<p> Me dispongo a escribir algo que lleva tiempo rondando en mi cabeza, pero que no he sido aún capaz de poner en orden. </p><p><br></p><p>Desde que soy madre, e incluso desde que soy madre perruna (igualmente aceptable, oigan), me vengo dando cuenta de cómo pasa el tiempo. Si echo la vista atrás, parece que fue ayer cuando mi cachorro llegó a casa, sin dientes y con ganas de jugar todo el día. Ahora miro a mi alrededor y veo cómo ha cambiado todo. Ahora no sólo tengo un perro adulto, más viejo que joven, sino que aquella bebé que nació un veinticinco de febrero, se ha convertido en una personita que es capaz de elegir la ropa que quiere ponerse y vestirse sola.</p><p>Tengo tan vivo el recuerdo de aquellas dos rayitas en el test de embarazo que me hice "por descartar", como si aquello hubiera sucedido hace unos días. Y dos años después, vinieron otras dos rayitas, y ahora tengo en casa a otro ser que poco a poco va creciendo y sin el que ya no imaginamos nuestros días. Y a veces me paro a pensarlo y los sentimientos encontrados respecto al paso del tiempo con ellos se hacen enormes. Porque quiero que crezcan, que sean independientes, que aprendan, darles la mano para acompañarles en el camino, pero a la misma vez, al ser consciente de que un día voy a tener que soltar esa mano... me muero de pena.</p><p><br></p><p>Sin embargo, no vengo a hablar de lo caro que es el tiempo cuando eres madre y ves la vida pasar, sino lo carísimo que es cuando lo haces desde el otro lado. Se habla mucho de tener que dejar volar a los hijos, de simplemente ser espectadores de la vida que ellos quieran vivir, de estar ahí en la sombra por si nos necesitan,... Pero, ¿qué pasa con nuestros padres? ¿En qué momento soltamos sus manos? </p><p>Yo le tengo lejos, aunque le veo a menudo y las nuevas tecnologías sean unas estupendas armas contra la distancia. Pero a veces me pregunto cómo ha podido pasar tan deprisa el vivir bajo su mismo techo. Ahora me quedo embelesada viendo cómo alguno de mis hijos (o los dos) saltan contentos sobre esa barriga sobre la que tantas veces salté yo con la misma alegría. Le veo hacerles las mismas bromas que me hacía a mí hace no tanto tiempo y es tan mágico como desolador. Porque jamás volveré a levantar mis brazos hacia él, mirándolo desde la altura de su ombligo, para que me coja en brazos; ni me abrazará mientras lloro porque me he hecho una herida pequeñísima en la rodilla al caerme de un columpio; tampoco me despertará y me preparará el Colacao para llevarme al colegio los lunes por la mañana; ni me llevará en bomborombillos nunca más. Cuando te das cuenta de aquellas pequeñas cosas que tenías y que ya no van a suceder, deseas volver a ser pequeña para repetirlas saboreándolas más que entonces. </p><p>Como si fuera de un día para otro, te ves asumiendo un papel de persona adulta, con cargas, con preocupaciones, con problemas, igual que todo aquello de lo que no te enterabas, ni falta que te hacía, porque ya estaba él para echárselo todo al hombro. Exactamente igual que lo haces tú ahora. Con la inmensa suerte de poder recurrir a ese hombro para llorar, pedir ayuda o, simplemente, sentirte nuevamente en casa. Ahora camináis juntos, ya no de la mano, pero sí desde la misma altura.</p><p>Y pasan los años y sabes que aquel que era capaz de cargar contigo en brazos las treinta escaleras desde el salón hasta tu cama porque te habías quedado dormida en el sofá, algún día es posible que no sea capaz ni de subir tres él solo agarrado a la barandilla y cogido de tu brazo. O empezará olvidando lo que ha comido dos horas antes hasta que termine por olvidar tu propio nombre o no sea capaz de pronunciarlo.Y dolerá saber qué se va a ir para siempre algún día, sin marcha atrás, y que ese pilar que te sostenía y acompañaba desde que naciste ya sólo existirá en tu recuerdo.</p><p>Y aún espero ser la afortunada que llegue hasta el final de la edad media establecida de vida adulta a su lado, porque hay quienes de un plumazo el destino se ha llevado ese apoyo, ese lugar seguro y de un día para otro y para siempre, dejan de poder hacer esa llamada que apagaba todos los fuegos. </p><p><br></p><p>Que ver volar a los hijos es duro, pero tener que emprender el vuelo lejos de tus padres también lo es; porque en el fondo de cada uno de nosotros, siempre estará aquel niño que fuimos y que siempre seremos a sus ojos.</p>Albixu_http://www.blogger.com/profile/10342695028405185415noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5179267570925473490.post-49901611333159547392022-02-17T09:14:00.004-08:002022-02-17T09:14:45.453-08:00Al fondo de un pasillo de hospital<p>Recuerdo cuando llegó el momento de decidir si ir o no. En mi mente estaba la obligación de acudir, mi sentido de la responsabilidad me lo decía. Mi corazón a esas alturas ya no tenía nada que decir al respecto. Él se mantenía callado desde hacía mucho tiempo cuando tenía que ver con eso. No lo pensé mucho, dije que sí y tiré hacia delante con ello.</p><p>Mis pasos me llevaron hasta aquel hospital. Nunca pensé realmente en lo que podía encontrarme. El hospital no me asustaba, me sentía bien rodeada de sanitarios, máquinas que pitan, pasillos con habitaciones, controles de enfermería, y ese olor tan característico que tienen esos lugares. Aquel no me era conocido, pero al fin y al cabo, todos son iguales en lo importante. Recorrí el pasillo algo nerviosa, como casi siempre que estoy en un lugar por primera vez. </p><p>Entré en la unidad de cuidados intensivos. Y aquí los recuerdos empiezan a ser borrosos. No recuerdo si fui yo quién dio los datos, si pregunté algo o no, si me dieron algún tipo de información. Pero jamás olvidaré el momento de entrar en aquel box. Una sola cama, máquina de ventilación mecánica, pie de suero con varios colgados y abiertos, bombas de infusión, cables por todos lados. Sondas que tenían entrada y salida en tu cuerpo, la ropa de cama te tapaba hasta los hombros. El sonido del respirador. Ese murmullo continuo de aquellos artilugios de los que dependías. Aquella luz, típica de un lugar así, que no hacía sino aportar aún más decadencia a aquella escena. </p><p>Y, finalmente, ahí estabas tú. Tu cuerpo. Aquel que conocía tan bien. Toda una vida conociéndolo, viviendo a su lado. Hacía muchísimos años que no me abrazaba a él, pero era el mismo, tu recipiente. Y en ese momento, la vista se me nubló. Eran lágrimas. Mis ojos se habían llenado de lágrimas sin esperarlo, sin saber muy bien por qué, después de tanto tiempo, de tantos años, de tantas miserias. Aquellas lágrimas no te las merecías.</p><p>Fue entonces cuando comprendí que aquellas lágrimas no eran para ti, sino para mí. Porque después de tanto tiempo, de tantos llantos, gritos, golpes y rotos, estabas allí, de aquella manera. Lamentaba haberlo deseado alguna vez, pero no podía creer que hubiera pasado realmente. Pensé en la mala suerte que habíamos tenido, que nos perdimos una de las cosas más bonitas y de mayor sentimiento del mundo. Para nosotras, aquello de lo que la gente hablaba y habla, no se correspondió nunca con nuestra realidad. Vivimos sufriendo por un amor que nunca tuvimos, y que hoy, sé que nos merecíamos. Porque ese tipo de amor se lo merece hasta el ser más miserable del universo. A nosotras nos fue negado el amor, la experiencia, el calor, el apoyo, la confianza, la seguridad y, por encima de todo, la inocencia. </p><p>La rabia me invadió entonces. Sufría por tener que estar allí, contemplando aquella escena triste, viendo el cuerpo que tu alma ya no ocupaba. Quería gritar por estar obligada a vivir aquello también, como tantas otras cosas. Deseaba que todo hubiera sido una pesadilla, despertar siendo una cría sin conocimiento ni habilidades y que todo hubiera sido distinto. Haber tenido aquello que nunca comprendí por qué no quisiste darnos. </p><p>Allí, entre mis lágrimas, recibí un abrazo. Un abrazo que sentí mío, que sabía real, que me merecía después de tanto tiempo. Y, como en tantas otras ocasiones, no vino de tu parte. Pero es un abrazo que agradeceré eternamente. </p><p>Salí de allí sabiendo que no volvería, había sido suficiente. No sabía lo que pasaría después, pero era consciente de que aquello había sido una "predespedida", que estaba a punto de cerrar el ciclo más horroso de mi existencia, y que cada vez faltaba menos. </p><p>Ojalá hubieras sido distinta, ojalá todo lo hubiera sido. Ojalá no pudiera escribir esto. </p>Albixu_http://www.blogger.com/profile/10342695028405185415noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5179267570925473490.post-69270066712519443352021-02-02T02:50:00.003-08:002021-02-02T02:52:45.619-08:00La esencia de la magia<p>Cierro los ojos y oigo tu voz. Más atenuada cada vez, igual que tu recuerdo. </p><p>Quiero soñar contigo, disfrutarte en el único lugar en el que puedo hacerlo ya, lejos de miradas ajenas, de dudas y reproches, lejos de la misma realidad que me rodea ahora. Quiero verte sonreír siendo yo el objeto de tu sonrisa. Quiero un abrazo, largo, apretado y sentido. Uno de esos abrazos que te reinician y te recargan la energía. De esos abrazos que nos dejamos de dar y que no deberían jamás haber desaparecido. Un abrazo en el que nos sintamos solos e infinitos. </p><p>Infinitos.</p><p>Hace mucho tiempo, cada vez que pensaba en ti, sonreía por dentro y por fuera. Sonreían mis labios y sonreía mi corazón. Ahora la sonrisa cada vez está más escondida y se abre paso una enorme mariposa que no hace cosquillas, duele. Mi cabeza, sin embargo, es más consciente. Sabe que hay que superar esto, superarlo de verdad y para siempre. Aunque aún no sabe cómo ni cuándo se logrará. </p><p>Te imagino allí, en aquel lugar donde fuimos, donde yo dejé de ser y tú te quedaste siendo. Allí sigues siendo magia. La magia que hace que hoy, tras tanto tiempo, seas ese diamante que sobresale por encima de todos los demás. Dejaste allí esa magia, tu magia, para que yo pudiera llenarme de ella un poquito cada vez que recorra aquel lugar. En rincones que conocí contigo dejaste esas chispas que me estremecen al pasar. Ojalá sean eternas. </p><p><br /></p><p>Algún día, cuando mis arrugas y mis canas escondan quién fui, hablaré a alguien de ti, de tu color, de tu risa, de tu tristeza, tu miedo, tu dolor. E intentaré no manchar mis palabras de idealismo, pronunciando tu nombre con seguridad, firmeza y cariño. Ese cariño que se mezcló con tu esencia e hizo su propia magia.</p>Albixu_http://www.blogger.com/profile/10342695028405185415noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5179267570925473490.post-59070988248841676902020-01-17T02:58:00.001-08:002020-01-17T02:58:13.908-08:00La luz que quiero que entreMiro las hojas balancearse sobre los árboles desde mi ventana, agarradas a las ramas con fuerza hasta que llega el momento de soltarse y caer al suelo o ser presas del viento y ser transportadas lejos de quien que les vio nacer. <i>¿Sentirán miedo ellas? ¿Y qué ocurre con el árbol, está preparado para ese momento?</i><br />
<br />
Hace mucho tiempo comprendí que jamás te entendería. Ahora soy aún más consciente de esa afirmación. No me puedo creer que miraras sus ojos y sintieras tanto odio dentro de ti. En lugar de dejar paso al orgullo bueno, decidiste dejar salir al malo, ese que destrozó tanto cuando vio la luz. Es increíble que fueras capaz de tantas cosas. He intentado perdonarte pero, aunque pensaba que lo había logrado, sé que nunca voy a hacerlo. Tampoco creo que lo merezcas.<br />
<br />
La oscuridad en la que me sumiste la comparo ahora con la luz que yo quiero que entre. No me conformo con aquella que dejan pasar las ventanas, derribo paredes para conseguir aún más claridad. Porque mi corazón me pide eso. Entiendo que a ti el tuyo te pediría crear dolor y sufrimiento.<br />
<br />
Destrozaste algo que creaste con todas tus ganas e ilusión, le pusiste trampas y te quedaste a contemplar cómo caía en ellas, dejaste que confiara ciegamente en ti para luego clavar puñales por la espalda. <b>Y jamás te arrepentiste</b>. Nunca quisiste romper las cadenas y dejarle volar, que saliera de tu jaula para ser todo lo grande que el mundo le permitiera. Contrariamente a esto, estuviste a punto de cortar sus alas para siempre y que nunca más pudiera volver a alzar el vuelo.<br />
<br />
Hay almas que están podridas, no sé en qué momento llegan a ese estado de descomposición, si empiezan poco a poco o sucede de golpe, sin embargo no dudo que lo que siempre acaban dejando es el olor desagradable de la putrefacción. Y es un olor que cuesta horrores eliminar del todo, que por más flores que broten alrededor siempre habrá algún resquicio de aquel descompuesto que amargará la tierra mucho tiempo después de haber desaparecido.<br />
<br />
<i>¿Hasta cuándo durarás tú?</i>Albixu_http://www.blogger.com/profile/10342695028405185415noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5179267570925473490.post-1338391135808078812019-06-13T10:35:00.002-07:002019-06-13T10:35:33.032-07:00Un camino de la manoAlguien me dijo una vez que eso no existía. Supongo que dependerá de muchas cosas, como todo. ¿Pero de verdad ha podido pasarnos a nosotros?<br />
<br />
Hace años me hubiera reído en la cara de quien dudara de lo nuestro, de quien se atreviera a insinuar que alguna vez se acabaría. Hoy agacho la cabeza y asiento con resignación. La gente cambia, crece, madura, envejece, sus prioridades cambian, sus gustos cambian pero creo que tú directamente te has convertido en otra persona. Alguien que de haber conocido ayer no hubiera mantenido en mi vida más de cuatro días. Puedes devolverme la baza diciendo que yo he cambiado, pero ambos sabemos que no es así. A mí se me veía venir de lejos, siempre he tenido claro lo que quería y lo que no, pasar en el infierno una temporada es lo que tiene, pero tú has pasado de querer el color blanco a querer el negro, sin grises de por medio. Y lo siento mucho pero yo ya he tenido suficiente negro en mi vida.<br />
<br />
Lo peor de todo es que no voy a echarte de menos, no lo hago desde hace mucho, no he notado tu ausencia porque no te necesito. Ni tú a mí, está claro.<br />
<br />
Volver la vista atrás me hace darme cuenta de lo inocentes que éramos, pensando que nunca se separarían nuestros caminos, que siempre seguiríamos la vereda con tanta cercanía que podríamos ir cogidos de la mano, como hace tanto tiempo hacíamos. Pensábamos que al final del recorrido seguiríamos ahí como siempre, como hasta entonces. Y ahora me doy cuenta de que hace mucho que tú giraste hacia una dirección y yo en la contraria.<br />
<br />
He negado todo esto. He negado lo que claramente veían mis ojos porque mi corazón no estaba preparado para aceptarlo. Tenía miedo. Tenía miedo de no saber vivir sin ti, de necesitarte, de echarte de menos. Y lo más triste de todo es que no he sentido nada de eso. Cuando te miro a los ojos ya no soy capaz de entenderte, para mí eres una persona extraña y tu sola presencia me hace sentir incómodo. Hace tiempo teníamos tanta complicidad y tanta confianza que nuestros silencios estaban llenos de emociones, de palabras. Ahora no queda nada. Hace tiempo tenía claro que mataría por ti, que hubiera recorrido el mundo de haber sido necesario. Ahora sé que no lo haría y que tú tampoco lo harías por mí.<br />
<br />
<b>Ambos sabemos que la historia acabó hace tiempo. Se quedará para siempre grabada en las hojas escritas a mano que guardamos en algún rincón de aquella ciudad que creíamos que nos pertenecía. Sellamos con nuestros labios lo que ya no existe. Y solamente puedo estar agradecido de que hayamos formado parte de una historia que, viva o muerta, seguirá existiendo en algún lugar perdido de nuestra memoria.</b><br />
<br />Albixu_http://www.blogger.com/profile/10342695028405185415noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5179267570925473490.post-65688905688355270212019-05-09T23:42:00.003-07:002019-05-09T23:42:53.103-07:00La dulce esperaEsta entrada es especial por varios motivos. Principalmente porque no es lo que suelo escribir en el blog y seguidamente porque fue la antesala a mi cambio drástico de vida.<br />
<div>
<br /></div>
<div>
Ni que decir tiene que esto es totalmente personal, entiendo que en el mundo hay de todo y que hay mujeres que tienen más suerte que yo y otras que menos, mujeres que viven las cosas cada una de una forma distinta.</div>
<div>
<br /></div>
<div>
<br /></div>
<div>
Un mes de mayo, sin previo aviso mi cuerpo decidió que había llegado el momento de vivir una nueva experiencia. Semanas después me hacía un test de embarazo, (bueno, en realidad me hacía tres) con una parte de mi cabeza diciendo "<i>no puede ser, es muy pronto</i>", que daba positivo. Lo hice a lo loco, yo sola y en mi trabajo y con el positivo bien grabado en la retina empecé a temblar. Si alguien se lo pregunta, sí, era buscado, pero digamos que veía lejano el momento hasta que el dichoso test me dio una gran bofetada de realidad en todos los morros. Una vez pasado el shock inicial ya estaba contenta (y por qué no decirlo: acojonada también) y pasé un fin de semana con ilusión, con energía y con una sensación de felicidad que no sé muy bien describir. </div>
<div>
<br /></div>
<div>
Ilusa de mí que creí que el resto de los nueve meses que me quedaban serían igual de maravillosos. <b>ERROR.</b></div>
<div>
<br /></div>
<div>
El embrioncito (así fue como el médico de urgencias se refirió a él) decidió ese lunes intentar irse de mi útero, el muy canalla. Tras el leve susto inicial dieron comienzo los peores meses (y no estoy exagerando o solamente un poco quizá) de mi vida hasta ahora. </div>
<div>
<br /></div>
<div>
Iniciamos con un estupendo mes y medio de reposo en casa. Os pongo en situación: reposo en casa, un cuarto sin ascensor y último piso del bloque, Madrid, VERANO. De repente, encontrándome aún bien (o lo que es lo mismo: desaprovechando los pocos días en los que iba a encontrarme bien hasta 8 meses después) me vi encerrada en casa con la única compañía de mi perro. Mención especial a mi perrete suave porque de no ser por él me hubiera tirado por la ventana. No se separó de mí desde entonces hasta que me fui al hospital con contracciones de parto. Jamás podré agradecerle suficiente todo eso.</div>
<div>
<br /></div>
<div>
Pues bien, hasta pasados unos días del inicio del reposo no tenía más problema. Sí tenía otros síntomas del embarazo pero no vienen al caso. Sin embargo, llegó el fatídico momento en el que apareció la primera arcada. Náuseas que empezaron así sin mucho alboroto pero que iban a suponer el maldito alfiler en el ojo de los meses que me quedaban.</div>
<div>
<br /></div>
<div>
Hasta el día antes del test positivo, entrenaba cinco días a la semana, entrenamientos de verdad, nada de pasearme por el gimnasio con ropa deportiva. Y desde entonces no volví a entrenar porque me lo prohibieron: otra de las maravillosas cosas que me sucedieron en el embarazo. Podía (y debía y lo hice) caminar mucho, y ya los dos últimos meses también asistí a unas clases especiales para embarazadas.</div>
<div>
<br /></div>
<div>
Cuando la barriga empezó a crecer resultaba bonita, tierna y me hacía ilusión verme embarazada. Una vez me vi con la barriga en su máximo esplendor ya había tenido suficiente. Me miraba en el espejo y no podía creerme que alguna vez todo volviera a la normalidad. Y mis náuseas seguían ahí, acompañándome cada día de esta maravillosa experiencia que dicen que es la maternidad...<br />
<br />
Los dos últimos meses me sentía tan agotada y tan frustrada que solo deseaba que los días pasaran rápido y llegara pronto el día del parto. Empezaba a pensar que no iba a dejar de tener náuseas nunca más, que me acompañarían el resto de mi vida las horribles arcadas que estaban a mi lado cada día. Y me acompañaron hasta una semana después de parir, las muy canallas.<br />
<br />
<br />
Y de pronto un día, un poco pasada la fecha de salida de cuentas, empecé con contracciones. Al principio eran dolorosas pero soportables, yo estaba tan feliz que pasé el día de antes de parir jugando a la videoconsola. Estaba feliz por acabar el embarazo ya de una vez y conocer a la personita que iba a robarme el corazón con sus preciosos ojos. Pero entonces las contracciones cesaron y yo rogué que no hubiera sido una falsa alarma. Horas después, justo en ese momento del día en el que por fin podía meterme en la cama a dormir y que pasaran muchas horas rápidamente y sin darme cuenta, vinieron de nuevo y a gran escala. El dolor era insoportable y yo no hacía más que pensar en negativo: no estaba dilatando, ese dolor era el principio del horror, se iba a prolongar muchas horas aquel sufrimiento porque no era aún el momento,... Pero me equivocaba. Cuatro horas después me decían en urgencias que me trasladaban a paritorio porque estaba suficientemente dilatada para quedarme, y fue entonces cuando como por arte de magia, las contracciones se hicieron totalmente soportables y aquel día se convirtió en unos de los más emocionantes, entretenidos y felices de mi vida.<br />
<br />
<br />
Y, para terminar, voy a dejar claro que todas las cosas que me decían NO se han hecho realidad:<br />
<br />
1. <b>Echarás de menos la barriga.</b> ¡já! Estoy feliz de no tener esa enorme barriga redondeada pesándome y haciéndome los movimientos más difíciles.<br />
<br />
2.<b> Preferirás los días en los que el bebé estaba dentro y no fuera.</b> Rotundamente no. El sueño acumulado, el cansancio y el enorme trabajo que conlleva un bebé es infinitamente mejor que estar embarazada. Al menos tienes algo a lo que dar besos y mirar con cara de embobada...<br />
<br />
3. <b>Te acordarás de lo bien que duermes embarazada en lugar de con un bebé</b>. Mentira. Dormir con la barriga era mucho más molesto que un bebé al lado, las horas se ven truncadas pero con la barriga, los movimientos del bebé y demás no se duerme igual de bien.<br />
<br />
4. <b>Cuando estás embarazada estás más guapa</b>. ¿De verdad? Porque yo me miro en el espejo y me veo infinitamente mejor después de dar a luz, la barriga no es nada favorecedora.<br />
<br />
5. <b>Echarás de menos estar embarazada y sentir a tu bebé</b>. Si la barriga no la echas de menos, ¿por qué ibas a echar de menos notar las patadas en tu interior que incluso a veces eran dolorosas si ahora hay una cosita linda que huele a gloria y que las patadas ahora las pega al aire cuando está riéndose contigo?<br />
<br />
6. <b>El embarazo es lo más fácil</b>. ¿En serio? ¿Qué clase de monstruo tuvo como hijo/a quién dice esta frase? Vale que cuidar, alimentar y criar un hijo no es un camino de rosas, pero como digo siempre: tiene recompensas, el embarazo no tiene recompensa, o al menos no inmediata.<br />
<br />
7. <b>El embarazo es la etapa más bonita que vas a vivir. </b>Por favor, permitid que guarde silencio y solamente ría de soberana estupidez.<br />
<br />
8. <b>Cuando tienes a tu bebé ya se te olvida todo lo malo que hayas pasado en el embarazo. </b>Mira no, no se te olvida. Lo guardas bien escondido en tu memoria para no recordarlo nunca, a ser posible, pero no se olvida, ni veas a tu bebé, ni tu bebé te cante por bulerías nada más nacer...<br />
<br />
<br />
<br />
¿Que merece la pena? Rotundamente sí. Pero no creemos falsas expectativas a la gente, por favor.<br />
<br /></div>
<div>
<br /></div>
Albixu_http://www.blogger.com/profile/10342695028405185415noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5179267570925473490.post-12295872440157486602019-05-05T00:33:00.000-07:002019-05-05T00:33:03.452-07:00Día de la madreHasta hace muy poco este día para mí no significaba mucho. Solamente podía dar las gracias a <a href="https://ellagoartificial.blogspot.com/2015/05/feliz-dia-de-la-madre.html" target="_blank">una madre con cuerpo de hombre</a>. Sin embargo, de un tiempo a esta parte he conocido a alguien nuevo, especial, que me ha hecho replantearme cosas que tenía bien escondidas dentro de mí.<br />
<br />
He asumido responsabilidades y he empezado a hacer los primeros de los muchos sacrificios que me quedan todavía por esta personita que hace poco llegó a mi vida. Y lo que más me llama la atención es que sé que sería incapaz de hacerle daño a propósito ni desearle nada malo. Jamás.<br />
<br />
Mi corazón no puede entender (y mi cabeza no es capaz de tratar de explicárselo) cómo podría llegar a sentir envidia si le sucediesen cosas buenas, si consiguiera sus sueños, si tuviera buenos amigos, si encontrara un amor bueno, en definitiva, si fuera feliz. De hecho, esos son mis objetivos, mi propósito final, incluso cuando coja las riendas de su propia vida: que sea feliz. No sería capaz de mirarla a la cara y decirle que la odio, principalmente porque sería mentira. Me sería imposible usar mi mejor arma para causarle daño alguno. Y, sobre todo, no creo que pudiera desear que algo malo le pasara.<br />
<br />
No es la primera vez que alguien me provoca pensar aquella frase típica de "<i>su felicidad es la mía</i>", y puedo asegurar que si nadie ha sentido eso alguna vez se está perdiendo uno de los mejores sentimientos que se pueden experimentar. El dolor, el sueño, el cansancio, la desesperación, la energía, las fuerzas. los ánimos,... todo lo que haga falta sacrificar para conseguirlo. Y que no pese, hacerlo con ganas y con ilusión.<br />
<br />
<b>Siempre he creído en los milagros, pero aún hoy soy incapaz de hacerme a la idea de que hay un milagro que he creado yo. Mirar su carita y saber que podría estar horas haciéndolo. Ver cómo crece y saber de su necesidad de mí</b><span style="font-size: xx-small;"> (de nosotros) </span><b>para seguir haciéndolo. Llenar habitaciones con su sonrisa. Perderme en sus ojos. Sentir que agarrarse a mi mano es todo lo que necesita para saber que todo está bien, que todo va a ir bien. Ser su todo y corresponderle. Hacerla feliz. Siempre. </b><br />
<br />
<span style="font-size: x-small;"><br /></span>
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<span style="font-size: x-small;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEglxAZxx_g0G2EY2G_Fy8ftI5HhHQQJAFkixTMFD6fs8L9XL6JhL2f2jOHr3kq56qlhZxc_zP1_9uKFQ5krP-hsP059MQIxjRdgT-we5BgQ8St2eiocn7gMLZB7doo5ZstMo7x_-BEQK2Cm/s1600/IMG_9959.JPG" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1600" data-original-width="1200" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEglxAZxx_g0G2EY2G_Fy8ftI5HhHQQJAFkixTMFD6fs8L9XL6JhL2f2jOHr3kq56qlhZxc_zP1_9uKFQ5krP-hsP059MQIxjRdgT-we5BgQ8St2eiocn7gMLZB7doo5ZstMo7x_-BEQK2Cm/s320/IMG_9959.JPG" width="240" /></a></span></div>
Albixu_http://www.blogger.com/profile/10342695028405185415noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5179267570925473490.post-13546194879088469492019-01-29T10:25:00.001-08:002019-01-29T10:25:13.506-08:00LlamasSigo buscándote. Allí donde ya no queda nada, ni siquiera las cenizas que un día quedaron tras las llamas que encendimos. No queda tu olor, ni tu sonido, ni las huellas de tus zapatos en el suelo. Lo único que queda ya soy yo. Siempre esperando, siempre volviendo a aquel lugar por si decidieras aparecer.<br />
<br />
No sé qué te diría. Es posible que volviera a agachar la cabeza, emitir un fino, susurrante y quebradizo "<i>qué tal</i>" y todo quedara como siempre. Aunque me engaño pensando que tú me sonreirías, se te iluminarían los ojos y harías ademán de abrazarme como si fuéramos viejos amigos. Viejos quizá sí, amigos no lo veo tan claro.<br />
<br />
Todo esto ya lo viví contigo, aunque nunca fue real. Todo lo que adorna mi vida ahora, siempre quedará guardado en un rincón de mi interior como si lo hubiéramos vivido juntos, allí donde guardo todo lo que viví junto a ti. Allí guardo hasta todo lo que nunca sucedió, que a decir verdad, es más de lo que vivimos. Me sigo recriminando el hecho de que quizá todo fue por mi culpa. Me encierro en los "<i>y si...</i>" y me fustigo a menudo con los recuerdos, los vividos y los soñados.<br />
<br />
Quiero verte pero me niego a buscarte. Me conformo con venir aquí, a este sitio al que seguramente nunca acudas, del que quizá ya ni recuerdes donde queda, que es posible que ni exista para ti. Porque soy incapaz de reunir el valor para decirte directamente y sin rodeos que te echo de menos. No sé si podría volver a tenerte en mi vida porque me he alimentado de tu recuerdo, y quizá solo sea la sombra de lo que eres hoy. Y eso también me da miedo descubrirlo, no quiero cerciorarme de que te has perdido, de que te perdí. De que todo aquello que te hacía un ser mágico ya no existe y seas solo otro ser terrestre más. Me encantaría volver atrás el tiempo, aunque solo sea durante unas horas, para poder contemplarte y disfrutar de todo aquello, de nosotros. Pero sé que es un pensamiento ilógico, no sólo porque sea imposible, sino porque es probable que ni tú ni yo seamos los mismos de entonces, y que descubramos que esa llama que aún parece que sigue intacta. se apagara hace tanto tiempo que lo único que quede sean témpanos de hielos entre los que morir de frío.<br />
<br />
<br />Albixu_http://www.blogger.com/profile/10342695028405185415noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5179267570925473490.post-27209457667223027422018-12-31T03:00:00.002-08:002018-12-31T03:00:23.576-08:00¿Balances?No soy de hacer balances anuales. Me inclino más por vivir el presente pensando en el futuro dejando atrás el pasado. Sin embargo, esta vez es distinto. Digamos que el futuro está muy presente y el pasado parece que no hubiera pasado.<br />
<br />
Hice una especie de balance hace exactamente cuatro años. Porque ese diciembre marcó un antes y un después en toda esta historia. No quiero decir que por suerte pero tampoco por desgracia, el caso es que así fue. Y después de estos cuatro años parece que se aproxima un nuevo cambio drástico que va a cambiarlo todo de nuevo. Sin embargo, esta vez la boca no sabe amarga sino dulce y el nudo en el estómago parecen cosquillas y no duele.<br />
<br />
Como siempre, nunca sabemos cómo acabarán las historias, ni las que vivimos, ni las que leemos, ni las que escuchamos. Hasta que no llega la palabra <i>fin</i> todo puede pasar. Lo que sí sabemos es cómo comienzan. Hace algo más de trece años conocí a quien se iba a convertir en otra parte de mí, sin la cual esta historia jamás hubiera tenido lugar. Este año tengo que darle el protagonismo absoluto, porque más que nunca lo tiene, en esta historia y en mi vida.<br />
<br />
Hace unos años llegó a nuestras vidas la idea de ser los protagonistas de un cuento, de esos de príncipes y princesas, de caballeros y doncellas, de espadas y combates. Lo que empezó como una simple idea muy difícil de realizar, logró hacerse realidad un día del mes de abril. Creo que no tengo palabras suficientes para describir lo que significó ese día para mí, no por los papeles, no por la celebración, sino por el evento. Todavía no soy capaz de creerme que verdaderamente me sintiera como una princesa de uno de esos cuentos que de pequeños nos llenan la cabeza de monstruos, malvados y héroes. Aquí no hicieron falta héroes, ni magos, ni hadas, la magia la creamos entre todos. Sí, magia. Porque la magia no es lanzar hechizos, ni volar con polvo de hada, ni realizar conjuros junto a un caldero. La magia es mucho más. Magia es ver las caras de las personas a las que quieres llenas de alegría y sin que les falte una sonrisa en el rostro. Magia es hacer realidad los sueños. Magia es no necesitar nada para ver juntos a quienes nunca pensaste que serían capaces de chocar sus manos con auténtica felicidad y ganas de hacerlo. Magia es que suene la música y lo único que exista en ese momento sean dos personas. Magia es saber que esto es lo que quieres.<br />
<br />
Y cuando el cuento acaba, los vestidos se desabrochan, las botas se quitan y las coronas caen de la cabeza, ya sólo quedan imágenes, en nuestra memoria y en las fotografías.<br />
Pero entonces, mucho antes de que el vestido pierda su blancura, llega un nuevo acontecimiento. Una novedad que nos llena de alegría, miedo, incredulidad, ilusión, esperanza y aprendizaje. Algo que no sabemos cómo va a terminar pero que esperamos convertir en una parte importante más de nuestra historia.<br />
<br />Albixu_http://www.blogger.com/profile/10342695028405185415noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5179267570925473490.post-45045875405981241372018-08-08T02:13:00.000-07:002018-08-08T02:13:01.727-07:00CrackUn buen día decidí apartar de mi vida a quienes no me aportaban nada, y si lo hacían no eran cosas buenas. Aparté a quienes no estuvieron en momentos difíciles, importantes. A quienes hicieron pactos en los que me dejaron fuera sin razones ni motivos, ayudándose mutuamente sin contar conmigo. Recalco, <b>en momentos importantes</b>.<div>
<br /></div>
<div>
Quizá no se den jamás por aludidos, porque como ocurre siempre, cada historia tiene dos versiones, y cada ojo que la mira podrá sacar otra distinta. Mis ojos vieron lo que vieron, y desde entonces a ellos les cambiaron el color. Nunca más serían colores claros, puros, sinceros, confiables. Desde entonces fueron tonos oscuros, peligrosos, nada confiables, hipócritas. Y hasta ahora no me he equivocado.</div>
<div>
<br /></div>
<div>
Pasa el tiempo y lo que un día parecía para siempre, cuando sonó ese <i>crack</i> empezaron a asomar por las grietas verdades que habían estado ocultas. Verdades que aunque siempre habían estado ahí nunca las había visto, posiblemente porque no había querido verlas, quizá porque aún no había habido ocasión de salir a luz.</div>
<div>
<br /></div>
<div>
Y llegados a este punto, en el que ya no queda nada, lo difícil es decir adiós. Porque para decir <i>adiós</i> sin más, no puede haber palabras y frases atrapadas en la garganta. Para que un adiós sea de verdad, sin titubeos, sin rodeos y dicho con facilidad, tiene que estar todo cerrado. Y en este caso no lo está. Ni lo estará nunca. Simplemente porque odio a las personas que llevan unas alas negras escondidas entre la ropa, que se colocan lentillas de colores vivos para ocultar sus ojos negros como el carbón.</div>
Albixu_http://www.blogger.com/profile/10342695028405185415noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5179267570925473490.post-32254835870977097332018-06-13T09:22:00.001-07:002018-06-13T09:22:46.052-07:00El cuento<i>Había una vez, en un país muy lejano, una pequeña princesita a la que le encantaba cantar. Siempre iba cantando allá donde fuera. Vivía en un gran castillo que se encontraba en un precioso bosque en el que habitaban miles de animalitos. </i><i>La pequeña princesa solía salir a pasear, cantando canciones y visitando a sus amigos del bosque, mientras un espléndido sol brillaba en el cielo, otorgando al lugar una luz especial.</i><br />
<i><br /></i>
<i>La vida de la princesita era muy especial. Pasaba mucho tiempo
paseando por el bosque. Solía ir a visitar a su amigo el gusanito de
seda, el cual estaba muy triste porque de mayor soñaba ser una gran y
colorida mariposa y los demás gusanitos se reían de él. La princesita
entonaba sus canciones para reconfortarle. </i><br />
<i>También iba a
jugar frecuentemente con su amigo el cervatillo, el cual a veces estaba
también triste porque a su papá murió a manos de un cazador y ahora sólo tenía a
su mamá. La princesita le cantaba al cervatillo canciones alegres para
que no estuviera triste. </i><br />
<i>Otras veces iba a la madriguera de su amiga conejita, que vivía con su mamá conejo y su papá conejo. La mamá conejo había estado enferma desde que conejita nació y nunca había podido tener más conejitos, así que papá conejo y conejita ayudaban y acompañaban a mamá conejo como la gran familia que eran, demostrándose su amor constantemente. La pequeña princesa adoraba cantar con conejita.</i><br />
<i>Así, la pequeña princesa pasaba los días,</i><i><i> visitando a unos y otros amigos.</i> entonando canciones. </i><br />
<i>Sin embargo, hubo un día en el que la princesita no pudo cantar, pues no fué capaz de hacerlo. Las hadas del bosque dijeron que el problema estaba en que su hada madrina la había abandonado. La princesita esperó y esperó, pero su hada madrina nunca volvió. Tras un tiempo, la princesita se recuperó y volvió a cantar, incluso aprendió nuevas canciones.</i><br />
<br />
<i>Por otro lado, la vida en el castillo era difícil. En él vivía una malvada bruja que sumía todo el castillo de oscuridad, ocasionando llantos y sufrimiento a los que vivían en el castillo y a los que lo visitaban. El padre de la princesita quiso luchar contra ella pero nunca consiguió ganar la batalla, aunque siempre se preocupaba de hacer feliz a la pequeña princesita y a la princesita bebé que acunaba en sus brazos. Aún así, la princesita no dejaba de cantar, daba igual cuanto llorara que volvía siempre a entonar sus canciones. </i><br />
<br />
<i>Un día, en el silencio de la noche, la princesita se despertó por un gran resplandor que sólo duró unos instantes, pero que se llevó a la malvada bruja para siempre. La gente no podía creerlo, parecía un milagro. Pero la princesita siempre pensó que su hada madrina se la había llevado con ella para volverla buena y que formara parte de las hadas del reino del cielo. </i><br />
<br />
<br /><i><br /></i>
<br />
<i> </i><br />
Este cuento es real. Esa princesita existe pero no lleva corona.<br />
<br />
Aún me sorprende que gente que me conoce bien, desde hace años, que sabe ciertas cosas de mi vida privada y de la gente cercana a ella, me diga que vivo en otro mundo. Quiero dejar claro que no tenéis ni puta idea. Sé de sobra que los animales no hablan, que no llueve purpurina, que cantando no se solucionan los problemas, que ningun príncipe va a venir a rescatarme de las garras de una malvada bruja, como tampoco va a venir ningun hada a hacer realidad mis sueños, que hay que trabajar y ganarse el pan, que hay que luchar por lo que uno quiere y que no siempre puede conseguirse, que hay responsabilidades para toda la vida y que los problemas vienen y no podemos hacer más que vivir con ellos y tratar de solventarlos si es posible. Pero también sé que sólo tenemos una vida y que de cada uno depende el vivirla feliz, con ilusión y con sueños. Sé que no pasa nada por no conseguir aquello por lo que hemos luchado porque siempre vendrán nuevas cosas por las que luchar y que merezcan también la pena. Sé que el pasado forma parte de nosotros mismos, de lo que fuimos, de lo que somos y de lo que seremos. Un tal Rafiki dijo una vez que "el pasado puede doler pero que puedes huir de él o aprender". Yo elijo aprender. No hay nada que haga más a una persona que las vivencias que va teniendo.<br />
<br />¿Cuál es tu cuento?<br />Albixu_http://www.blogger.com/profile/10342695028405185415noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5179267570925473490.post-46978698448200536752018-03-31T13:14:00.001-07:002018-03-31T13:14:45.104-07:00Princesa, que te vaya bienMe encuentro al fondo del pasillo, apoyando mi hombro derecho contra la pared y con las manos en los bolsillos. No puedo dejar de mirarte porque creo que jamás te he visto tan preciosa. Hasta esa sonrisa que luces hoy brilla distinta. Me muero de ganas de acercarme hasta ti y hacerte ver que estoy aquí, que no me he ido todavía.<br />
<br />
No sé si aún sentirías ese pellizco en el estómago si te cruzaras con mis ojos. Quizá temblarías de nuevo si nos encontráramos en aquel parque, junto aquel árbol, esta vez siendo yo quien te entregara aquella rosa. Prefiero que pienses que no te he olvidado y que nunca lo haré porque significaste mucho para mí. Pero es posible que fuera una gran mentira. Quedémonos con aquellas primeras veces, las manos entrelazadas y los besos fugaces. Recordemos siempre aquellas miradas, las prisas, los escondites, las mentiras piadosas y las vergüenzas. Las noches sin dormir, las cosas que nunca nos dijimos y las palabras que ya jamás nos dedicaremos.<br />
<br />
No olvides mirar atrás de vez en cuando para ser consciente de que el camino andado ha merecido la pena. Recuerda que estás cumpliendo sueños, y que no vale la pena recordar quién te ayudó porque tú sola lo conseguiste. Agradece todo lo dado pero no renuncies a tu valía. Perdona a quien no supo quererte y valora a quién supo hacerlo.<br />
<br />
No te olvides de ellos, de los que te dieron la vida que te faltaba cuando todo se desmoronaba. Aquellos que nunca abandonaron y que supieron sacarte una sonrisa cuando más falta hacía, los mismos que te dieron fuerza mientras tus lágrimas se derramaban. Los mismos que llenaron tu vida de color.<br />
<br />
Te pido que no llores, al menos no por mí, porque no me lo merezco. Te ruego que vivas, que rías y que seas feliz, porque tú sí que te lo mereces. Busca siempre esas manos que te dan la fuerza, disfruta de esos labios que sellas cada noche con tres besos, siente con ganas los abrazos que te llegan hasta el alma. Mira esos ojos y siente brillar los tuyos, utiliza sus palabras para seguir volando y no tengas miedo de caer porque sus brazos siempre van a sostenerte.<br />
Y ámale, porque nadie más que él se lo merece.Albixu_http://www.blogger.com/profile/10342695028405185415noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5179267570925473490.post-28379575775825044302017-10-31T11:18:00.000-07:002017-10-31T11:18:19.082-07:00PesadillasDe repente la luz se marcha para dejar paso a la oscuridad.<br />
<br />
Se suceden distintos escenarios, a cada cual más extraño. No hay rastro de vida humana. En algunos escenarios puede notarse una brisa muy fría, provocando que mi cuerpo se estremezca. En otros escenarios no hay brisa, no hay aire, prácticamente cuesta respirar. Es imposible conocer el tamaño del espacio en el que me encuentro. Algunas veces siento agobio, otras veces respiro amplitud.<br />
<br />
¿Oigo algo? Algunas cosas. Puedo oír el sonido de aves nocturnas, agua, el murmullo de las hojas de los árboles mecidas por el viento. Oigo susurros, lamentos y respiraciones. A veces si soy yo misma la que genera esos ruidos. Ya no sé si respiro o toso, si lloro o río. No soy consciente la mayoría del tiempo de lo que hago. Creo dar pasos hacia delante, pero nunca avanzo. Alguna vez he intentado correr pero no me he movido del sitio. O eso creo.<br />
<br />
Cuando empiezo a acostumbrarme al escenario en el que me encuentro y a la oscuridad que lo cubre, cambio nuevamente de lugar. Al principio creía que tenía un destino concreto pero hace tiempo que dejé de pensar así. Ya no recuerdo cuánto tiempo llevo sumida en esta oscuridad. No sé si estoy viva o muerta, si soy joven o vieja. No sé si habrá alguien conmigo, observándome en silencio o gritándome y sin poder oírle yo. Tampoco sé si hay alguien en algún lugar que me eche de menos. Alimento mi alma suponiendo que hay alguien tratando de encontrarme. Sin embargo mi alma cada vez tiene menos fuerza, exactamente igual que yo. Mis fuerzas físicas hace tiempo que dejaron de existir, si es que alguna vez existieron. Mis piernas no me responden, mis manos no son capaces de llegar hasta mi rostro para tocarme la frente. De vez en cuando humedezco mis labios pasando mi lengua sobre ellos. No tengo sed, no tengo hambre. No siento calor, no siento dolor. Únicamente noto el frío cuando una brisa de viento helado me golpea. Y miedo.<br />
<br />
Si hay algo por lo que me caracterizo es por el miedo. Es lo único que me identifica. Tengo mucho miedo. El miedo me paraliza, me golpea, me invade. Estoy llena de miedo desde el cuero cabelludo hasta la punta de los dedos de mis pies. Podría decirse que llevo ahora el apellido del miedo.<br />
Y me encanta.<br />
<br />
Al principio sufrí mucho, puedo recordarlo vagamente. El miedo llegó hasta mí poco a poco, haciéndose hueco en silencio. Hasta que un día penetró en mí violentamente y ese fue mi final y su comienzo.<br />
Sin embargo, me he acostumbrado a él. Es parte de mí, de quien soy. Ya no sé ser sin miedo, lo necesito para seguir vagando. Ahora es como si el miedo fuera yo misma. Como si el miedo fuera yo.<br />
<br />
<br />
<br />
<br />
Un estruendoso grito en el silencio de la noche. Una persona despierta de un salto en su cama. Está empapada en sudor, temblando y con la respiración muy agitada. Alguien a su lado le acaricia el brazo y le susurra al oído:<br />
<br />
- Tranquila, cariño, sólo ha sido una pesadilla.Albixu_http://www.blogger.com/profile/10342695028405185415noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5179267570925473490.post-6865609904487747422017-09-19T02:23:00.001-07:002017-09-19T02:23:11.301-07:00Una princesa y una enfermera<p style="margin: 0px; font-size: 12px; line-height: normal; font-family: Helvetica;">Ayer unas personas se sorprendieron cuando les dije que no me gusta salir de fiesta, que no me va emborracharme cada fin de semana, que no comparto que la definición de salir sea "ir de bares" y que las noches me gusta pasarlas durmiendo en mi cama.</p>
<p style="margin: 0px; font-size: 12px; line-height: normal; font-family: Helvetica; min-height: 15px;"><br></p>
<p style="margin: 0px; font-size: 12px; line-height: normal; font-family: Helvetica;">No es la primera vez que cuando la gente se entera de eso sobre mí, me mira de arriba abajo como si lo que les digo no me pegara para nada. Lo que a mí me hace sentirme orgullosa, en lugar de cohibida. No es novedad que la gente me diga que no se esperaban que me gustaran tal o cuales cosas.</p>
<p style="margin: 0px; font-size: 12px; line-height: normal; font-family: Helvetica; min-height: 15px;"><br></p>
<p style="margin: 0px; font-size: 12px; line-height: normal; font-family: Helvetica;">Sin embargo, así soy. Y para nada me avergüenzo. Prefiero pasar la tarde jugando con la pelota y mi perro, echar horas y horas de juegos de mesa (incluso una partida de Eldrich Horror que empiece a las 7 de la tarde y termine a las 5 de la mañana para después de tantas horas acabar perdiendo...), disfrazarme, ir a roles en vivo, viajar,... Un día puedo ser la enfermera que acompaña a un paciente en su enfermedad terminal lo mejor que puede y al día siguiente puedo estar matando trolls vestida de elfa.</p><p style="margin: 0px; font-size: 12px; line-height: normal; font-family: Helvetica;"><br></p><p style="margin: 0px; font-size: 12px; line-height: normal; font-family: Helvetica;">Por no hablar de mis gustos. Lo mismo veo series de Zombies que Floricienta por cuarta vez (360 capítulos más o menos). Mi película favorita es Love Actually pero que el mejor libro en mis manos puede ser cualquier thriller de misterio, asesinatos e intrigas. Mi grupo de música favorito desde que era bebé es Mecano pero en mis listas de reproducción nunca faltan canciones de Cristian Castro o Nickelback. Me encanta pasar horas en el sofá leyendo un libro así como pegarme dos horas en el gimnasio dando puñetazos, levantando pesas o haciendo series de abdominales en las que parece que se te van a salir las tripas de dolor. </p><p style="margin: 0px; font-size: 12px; line-height: normal; font-family: Helvetica;">Pero mentiría si dijese que no me gusta tener el armario lleno de modelitos, faldas y vestiditos monos, seguir las tendencias de la moda y leer y ver vídeos sobre ello. Mentiría si dijera que odio sentarme delante de mi tocador y disfrutar de la textura de cada brocha sobre mi rostro, el olor de la base de maquillaje, practicar con el ensayo error de las sombras de ojos, ver cómo cambia la mirada una simple máscara de pestañas y llenar mis labios de color.</p><p style="margin: 0px; font-size: 12px; line-height: normal; font-family: Helvetica;"><br></p><p style="margin: 0px; font-size: 12px; line-height: normal; font-family: Helvetica;"><br></p><p style="margin: 0px; font-size: 12px; line-height: normal; font-family: Helvetica;">¿Y os digo algo? <b>Se puede ser todo esto. Se puede ser todo esto y más</b>. Puedes ser lo que quieras, solo tienes que hacerlo.</p>Albixu_http://www.blogger.com/profile/10342695028405185415noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5179267570925473490.post-60483962037660164622017-03-27T13:42:00.000-07:002017-03-27T13:43:57.057-07:00Ni en el cielo, ni en el infiernoSólo unos pasos se oyen en el silencio de la noche. Mis propios pasos avanzando lenta y decididamente por la escalera de metal. Sonrío imaginando tu nerviosismo a cada paso que doy, porque cada vez me acerco más y no tienes ni idea de lo que quiero.<br />
<br />
He elegido una buena noche. La luna brilla en el cielo plagado de estrellas. Un silencio absoluto reina en el lugar en el que nos encontramos. Hace una noche de verano estupenda, de esas en las que podríamos quedarnos fuera tumbados en el capó del coche hablando de la vida. Pero bueno, vamos a hablar de la vida esta noche. Y de cuánto vale la tuya.<br />
<br />
Estoy llegando a la puerta. Todo está a oscuras, pero me llega la luz de luna suficiente a través de las ventanas para conseguir meter la llave en la cerradura. Con un lento pero seguro movimiento de muñeca abro la puerta. Ahí estás, puedo sentirte aunque el espacio esté sumido en una total oscuridad. ¿Qué estarás haciendo? ¿Estarás intentando ver dónde estoy exactamente? ¿O tendrás los ojos cerrados? Me inclino hacia la izquierda hasta alcanzar el interruptor de la luz. En seguida, unos focos deslubrantes iluminan de blanco nuclear el lugar. Guiñas los ojos y parpadeas varias veces. La luz te ciega y no consigues verme aún con claridad. Tus manos siguen atadas y tu boca amordazada. Estás de rodillas en el frío suelo.<br />
<br />
Sonrío y me acerco lentamente hacia ti. Conforme mis pasos avanzan intentas levantarte pero, en el momento justo, consigo hacer que vuelvas a posar tus rodillas en el suelo colocando mi mano derecha sobre uno de tus hombros. Emites un gemido y un suspiro. Paso un dedo por tu barbilla y hago que levantes la cabeza y me mires. No me gusta lo que veo, no hay miedo en tus ojos, no hay duda, no hay temor de ningún tipo.<br />
<br />
- ¿Te has resignado? - Dejo de tocarte y me coloco delante de ti, apoyando mi trasero en un bidón oxidado. - No puedo creer que te dejes vencer tan rápido. No voy a permitir que lo hagas. No mientras yo siga condenado. Y, no sé si eres consciente, de que voy a estar condenado para siempre.- No dices nada, ni emites sonido alguno. Hago una pausa. - Quizá debiera ser más duro contigo. A lo mejor debiera ser tan duro como mi vida lo está siendo ahora para mí. Igual el ojo por ojo aquí podría funcionar. ¿Qué me dices? - Nada, me miras sin que ni una sola emoción asome en tu rostro. - Parece que has olvidado que aquí ahora mando yo. - Me levanto y comienzo a caminar a tu alrededor. - ¿Sabes? Había vuelto a ser feliz. Después de todo lo que pasé había vuelto a soñar con estar vivo, con vivir para siempre. Volví a creer que la felicidad lleva a su lado un nombre de mujer. Volví a disfrutar de la libertad, del "para siempre". Pero qué infeliz me volví de repente. Se desarmó todo de golpe, y los pedazos que cayeron al suelo rompiéndose para siempre llevaban tus huellas. Y ahora, que por fin te tengo aquí delante, con tu cuerpo y tu alma perteneciéndome te lo voy a hacer pagar todo. - Hago una pausa y dejo de caminar delante de tu cara. - ¿Te he dicho antes qué íbamos a hablar del precio de tu vida? En realidad no, tu vida no vale nada, tu vida es sólo mierda acumulada en una alcantarilla. Y esa vida tuya es la que me pertenece ahora. ¿Cuánto crees que podrías pagar a cambio de que te la devuelva? - Me agacho hasta estar frente a ti y retiro la cinta que cubre tu boca. Nos miramos fijamente tanto tiempo que podría dibujar cada uno de los detalles de tu rostro. Y, cuando creo que no vas a decir nada, que de ti solamente voy a seguir obteniendo silencios, tus labios se separan y pronuncias una frase para la que no tengo respuesta.<br />
<br />
- No puedo pagar por algo que no existe desde que volví a permitir que el odio se apoderara de mí, incluso tras jurar que no volvería a dejar que me venciera.<br />
<br />
<br />Albixu_http://www.blogger.com/profile/10342695028405185415noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5179267570925473490.post-78576013029679293662017-03-24T02:34:00.000-07:002017-03-24T02:34:58.610-07:00Volví a pensar en ti. No tengo remedio.<br />
<br />
Esta vez fue diferente. Porque ya no me importa que no seas tú, que nunca vayas a ser tú y, que en realidad, nunca lo fueras. <br />
<br />
Y tengo claro que no serás tú quien me espere al final del pasillo, ni quien me mire como si fuera lo único importante en su vida. No serán tus ojos los que brillen contemplando los míos. Ni serán tus manos las que se enlacen con las mías como dos piezas de un puzzle que sólo encajan entre ellas. Ya no cierro los ojos y veo los tuyos. Ya no es tu cuerpo el que deseo desnudar.<br />
<br />
No se puede volver a algo que ya no existe. Es hora de cerrar el libro, que la historia se acabó hace tiempo y no podemos seguir escribiendo nada cuando ya no quedan páginas. Sigamos llenando el que comenzamos después, aquel en el que nuestros nombres no aparecen juntos, en el que nuestros caminos no se cruzan nunca más y en el que no hay dudas de que en el final feliz no apareceremos nosotros dos.<br />
<br />
Que los recuerdos sigan ahí, en ese lugar en el que los guardamos para no olvidarlos nunca. Asumamos que forman parte de nosotros, queramos o no. Y aunque nunca desaparece aquello que importó, por muy lejos que se vaya y mucho tiempo que pase, cuando se sustituye por algo más grande y más fuerte pierde su valor.Albixu_http://www.blogger.com/profile/10342695028405185415noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5179267570925473490.post-67211016521084434682017-02-28T03:17:00.001-08:002017-02-28T03:17:25.050-08:00Cuando entre blanco y negro no existe el gris<p style="margin: 0px; line-height: normal; font-family: '.SF UI Text'; color: rgb(69, 69, 69);"><span style="font-family: '.SFUIText';">Esto es un quiero y no puedo. Un puedo y quiero. Dos piezas que encajan pero que no están solas en el puzzle.</span></p>
<p style="margin: 0px; line-height: normal; font-family: '.SF UI Text'; color: rgb(69, 69, 69); min-height: 22px;"><span style="font-family: '.SFUIText';"></span><br></p>
<p style="margin: 0px; line-height: normal; font-family: '.SF UI Text'; color: rgb(69, 69, 69);"><span style="font-family: '.SFUIText';">Es como un mensaje al móvil tras una noche de fiesta. Asaltar la nevera de madrugada. Es pensar y no saber de qué forma te estás equivocando. Es hablar con la almohada cuando no tiene nada que decirte. Es jugar a un juego en el que puedes perderlo todo.</span></p>
<p style="margin: 0px; line-height: normal; font-family: '.SF UI Text'; color: rgb(69, 69, 69); min-height: 22px;"><span style="font-family: '.SFUIText';"></span><br></p>
<p style="margin: 0px; line-height: normal; font-family: '.SF UI Text'; color: rgb(69, 69, 69);"><span style="font-family: '.SFUIText';">Reír. Temblar. Soñar. Buscar miradas entre paredes de piedra.</span></p>
<p style="margin: 0px; line-height: normal; font-family: '.SF UI Text'; color: rgb(69, 69, 69); min-height: 22px;"><span style="font-family: '.SFUIText';"></span><br></p>
<p style="margin: 0px; line-height: normal; font-family: '.SF UI Text'; color: rgb(69, 69, 69);"><span style="font-family: '.SFUIText';">Cosquillas en la barriga, manos frías, abrazos calentitos y unos ojos en los que buscarlo todo.</span></p>Albixu_http://www.blogger.com/profile/10342695028405185415noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5179267570925473490.post-1383190903128054592016-12-05T11:49:00.000-08:002016-12-05T12:53:32.588-08:00SignosNo puedo ver nada. Me duele la cabeza. Noto varias zonas de mi cuerpo como si tuvieran alfileres clavándose en la piel. Todo está oscuro y no huele bien. No sé dónde estoy. Tampoco cómo llegué. O sí...<br />
<br />
Recuerdo luz, mucha luz. Y gritos. <i>¿Eran gritos de alegría?</i> Risas. Sí, había risas, risas fuertes y sonrisas grandes mostrando dientes blancos y perfectos. Una casa en el campo, dos perros enormes corren a saludarme moviendo sus colas alegremente. Está anocheciendo. Una voz pronuncia mi nombre. Entro en la casa dejando fuera a los perros tras acariciarlos saludándolos también. Un portazo. Un copa de cristal que se rompe en mil pedazos al caer al suelo. Un grito ahogado. Oigo mi propia voz pronunciando un nombre en voz baja. Un "<i>no</i>" susurrado. Un golpe sobre una superficie de madera. Otro portazo.<br />
<br />
<i>Me duele la cabeza</i>.<br />
<br />
Parece que empiezo a ver algo. Estoy en un garaje lleno de herramientas perfectamente colocadas en tablas sobre la pared. La única luz que hay es la que entra por las pequeñas ventanas que rozan el techo del lugar, aunque es luz nocturna, es de noche. Sigue oliendo mal, aunque no sabría decir a qué. Mi cuerpo sigue soportando las punzadas que los imaginarios alfileres me provocan. Mi cabeza parece que fuera a estallarme. Sigo en posición horizontal boca arriba sobre el suelo y giro levemente la cabeza de un lado a otro para contemplar el lugar y lograr averiguar qué sitio es este. Hay telarañas en las esquinas del techo, son pequeñas y se mueven con la brisa que imagino que entrará por alguna de las ventanas.<br />
<br />
<i>Me duele la cabeza.</i><br />
<br />
Muevo una de las manos y noto algo entre los dedos. Consigo mover el brazo derecho para acercar la mano a mi cara y poder ver de qué se trata. Cuando lo consigo, reprimo un grito y me incorporo sentándome a la velocidad de un rayo. Contemplo mis dos manos ahora, ambas están manchadas, las dos están llenas de sangre. Empiezo a temblar mientras mi respiración y mi frecuencia cardíaca se elevan de manera simultánea. Mi vista va en todas direcciones tratando de encontrar alguna pista sobre lo que ocurre. Mi cuerpo no muestra signos de estar herido. Tampoco parece haber nada a mi vista que me dé alguna solución para este enigma. Me pongo en pie al fin y me doy la vuelta. Ahí es cuando veo algo. Todo el rato ha estado detrás de mí. Me acerco sin dejar de temblar y jadeando por la dificultad respiratoria debido a la situación de ansiedad en la que me encuentro. Mis piernas tiemblan mientras me agacho y temo que me hagan perder el equilibro. Acerco una de mis manos al cuerpo que tengo delante de mí, que no se mueve, ni respira, ni emite calor alguno. Coloco mi mano sobre la espalda de la figura y hago un movimiento suave para girarlo hacia mí y verle la cara al sujeto. Salto hacia atrás en cuanto lo hago, llevándome las manos a la boca con gesto de horror.<br />
<br />
<br />
<br />
<i>Desde fuera, en mitad del silencio nocturno, se oye un ensordecedor grito.</i><br />
<br />
<br />Albixu_http://www.blogger.com/profile/10342695028405185415noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5179267570925473490.post-59677991327709932472016-11-28T11:51:00.001-08:002016-11-28T11:51:30.122-08:00Tu amiga soledad acompañada de oscuridad¿Recuerdas? Hace ya mucho tiempo, aquellos tristes y desesperantes días quedaron atrás.<br />
<br />
Nubes grises se mecían sobre tu cabeza día tras día. Cuando no podías hablar pero tampoco podías callar. Y gritabas, gritabas muy fuerte, pero nadie parecía escucharte. Demasiado ocupados con sus propias vidas, que se empeñaban en insistir que eran horribles y llenas de problemas. A ti, que dudaste saber qué era la felicidad.<br />
<br />
Vivías en la oscuridad, no porque la luz te diera miedo, sino porque eras incapaz de llegar hasta ella. Aprendiste a vivir a oscuras, en soledad y en silencio. Tu silencio. Porque los gritos no daban tregua, siempre presentes, siempre acompañándote. Te acostumbraste al ruido, al infernal ruido que cernía tu vida. Mientras todos los demás disfrutaban del silencio, de la paz que les otorgaba el silencio del que tú carecías.<br />
<br />
Los golpes que te asestaron, uno tras otro sin verlos venir una gran mayoría de veces. Llorabas lágrimas invisibles para los demás, lágrimas saladas que escocían tus mejillas que tiempo atrás habían olvidado a moverse para acompañar a una sonrisa.<br />
<br />
La soledad era tu amiga, tu confidente, tu única compañía. A tu alrededor se apiñaban aquellos que decían conocerte, que afirmaban conocer tu historia, e incluso se llegaban a atrever a comentar que te entendían. Te entendían pero nada más. Ahí te quedabas tú, intentando salir del agujero como pudieras, y mientras trepabas por las paredes, nadie había en la cima para animarte y apoyarte en tu ascenso.<br />
<br />
Así era tu vida.<br />
Y mientras que los demás parecen no acordarse. Para ti sigue todo tan reciente, tan profundo y tan aferrado a ti, que tus pesadillas no han dejado de atormentarte todavía.Albixu_http://www.blogger.com/profile/10342695028405185415noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5179267570925473490.post-37051699578249573742016-10-20T11:18:00.001-07:002016-10-21T08:58:16.270-07:00El monstruo que eraAy, el amor. La magia del amor.<div><span style="font-family: 'Helvetica Neue Light', HelveticaNeue-Light, helvetica, arial, sans-serif;">Sin embargo...</span></div><div><br></div><div>He notado las miradas de los tuyos intentando averiguar si soy tan malo como parezco. También he notado cuando tus ojos buscaban disimuladamente una escapatoria, alguna ayuda por si la necesitaras, alguien cerca que pudiera socorrerte de ser necesario. He sentido el temblor de tus manos al cogerlas entre las mías. Te he visto suspirar con nerviosismo mientras te acariciaba la espalda. He podido oler tu miedo. </div><div><br></div><div>Tiempo atrás no lo entendía, no podía comprender que pudieras tenerme miedo a mí. No era capaz de adaptarme al hecho de que a ojos de todos, incluso de los tuyos, yo no era bueno para ti. Aún hoy sufro de imaginarte entre mis brazos sin llegar a sentirte en paz, sin llegar a sentirte segura.</div><div><br></div><div>Yo, que ansiaba que llegara el momento de estar contigo. Que jamás te hice daño ni podría haber pensado en hacerlo. Para mí, estrecharte entre mis brazos era entrar en una paz infinita, un suspiro eficaz que calmaba mi alma. Acariciar tu larga melena mientras veía cómo se enlazaban entre mis dedos ese cabello sedoso.</div><div><br></div><div>Te di mi vida y mi alma sin cuestionar absolutamente nada. Te cedí todo aquello que consideraba mío hasta entonces. Te ofrecí mis alas para que volaras tú en lugar de hacerlo yo. Me olvidé de mí para recordarte a ti siempre.</div><div><br></div><div>Yo, que <b>dejé de ser un monstruo en el mismo instante en el que te conocí.</b></div><div><br></div><div><div><br></div></div>Albixu_http://www.blogger.com/profile/10342695028405185415noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5179267570925473490.post-54191385479646856892016-10-14T06:45:00.001-07:002016-10-14T06:45:58.693-07:00Vivir lo nuestroMe han dicho que cuándo pienso madurar, que si voy a estar toda la vida jugando a juegos y soñando con las princesas Disney.<div><br></div><div>Lo primero que me viene a la cabeza tras ese interrogante es qué se considera madurar. Para mí, madurar es darte cuenta de lo que cuesta trabajar y ganar dinero para poder vivir. Madurar, para mí, es comprender que la vida puede ser muy dura pero que no debemos ponernos excusas para no seguir adelante, que hay que luchar por seguir en pie, por seguir consiguiendo todo aquello que queramos conseguir. Para mí , madurar significa emprender un viaje hacia la independencia, hacia el futuro que queremos para nosotros y hacerlo por nuestros propios medios. Madurar es responsabilizarnos de nosotros mismos, de nuestros actos y responsabilizarnos también de aquellos que están bajo nuestra custodia, y todo ello hay que hacerlo siempre y bajo cualquier circunstancia. </div><div>Madurar, para mí, conlleva muchas cosas, y no creo en absoluto que me encuentre caminando en la dirección contraria.</div><div><br></div><div>Dicho esto, <b>no soy capaz de comprender por qué es inmaduro hacer aquello que me gusta. </b>Sobre todo teniendo en cuenta que con nada de lo que me gusta hago daño a nadie. <b>Hago</b>, básicamente, lo que me da la gana. Y, por encima de todo, <b>lo que me hace feliz.</b></div><div><br></div><div>¿Qué importará a nadie si veo de vez en cuando alguna película de Disney? ¿A quién le molestará que disfrute cantando las canciones de Floricienta? ¿Qué daño podré causar por rolear metiéndome en la piel de cualquier personaje fantástico que me aporte la diversión y el crecimiento que busco? ¿Por qué la gente tiene que estar metiéndose en la vida de los demás?</div><div><br></div><div>A estas alturas, lo único que he podido sacar en conclusión es que, fijándome en las vidas de todos aquellos que alguna vez me han acusado de ser <i>infantil </i>o <i>inmadura</i>, puedo comprender que no les guste lo que ven sus ojos. Debe de joder ver a alguien feliz, que disfruta con lo que hace, que se ilusiona exactamente igual o incluso más que cuando era niña, que se emociona con cosas que a simple vista no deben emocionar a alguien de su edad, que vive sus momentos de magia como si ésta verdaderamente existiera. <b>Imagino que les debe joder ver a alguien disfrutar de la vida, tenga la edad que tenga.</b></div><div><br></div><div>Por mi parte, mientras pueda y me continúe gustando hacerlo, seguiré disfrutando con Disney, seguiré acudiendo a roles en vivo o jugando a juegos de mesa, seguiré emocionándome abiertamente y sin temor al "<i>qué dirán con la edad que tengo</i>" con cualquier cosa que me emocione. </div><div><br></div><div>Sin más, seguiré viviendo.</div><div><br></div><div><br></div>Albixu_http://www.blogger.com/profile/10342695028405185415noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5179267570925473490.post-41178350348952771592016-09-25T09:58:00.003-07:002016-09-25T09:58:49.865-07:00Aquí estás de nuevoAún hoy puedo recordar perfectamente tu sonrisa. La curva que dibujaban tus labios cada vez que me veías. Como si yo mereceriera ese gesto, como si yo mereciera tu sonrisa, como si yo mereciera tu felicidad.<br />
<br />
A veces te sigues colando en mis sueños. Es como si tuvieras tu lugar en ellos, aunque no debieras. Apareces de repente, inundando todo con tu luz, con tu alegría, a llenar de felicidad cada rincón.<br />
<br />
Debería haberte olvidado ya. Es más, tú deberías haberme olvidado ya. No tendrías que seguir apareciendo en ningún lugar en el que pudiéramos encontrarnos. ¿Cuánto tiempo falta? ¿Cuándo terminarán de cerrar las heridas? ¿Cuándo se formará la cicatriz? ¿Dolerá más o dolerá como lleva doliendo desde la última vez?<br />
<br />
Quizá no debería recordar nuestros momentos, ni siquiera los momentos que recuerdo observándote yo a ti, sin que tú lo supieras. Quizá debería seguir con la vida que ya tendría que tener más que hecha sin ti, sin tu recuerdo...<br />
<br />
Déjame. Déjame que siga recordándote. Déjame que siga buscándote.<b> Déjame que te siga queriendo.</b> Da igual que ya nada sea igual, que ya nada sea posible. Un día lo fue y con eso me basta. Albixu_http://www.blogger.com/profile/10342695028405185415noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5179267570925473490.post-81922424241990894472016-09-14T08:34:00.000-07:002016-09-14T08:34:50.723-07:00Quítate la máscaraLlevo tiempo observándote y voy comprobando cómo tus sonrisas vienen y van. Noto cómo tus ojos brillan ante momentos y situaciones que no pensaste vivir. Y parece que quieras ocultar ese deslumbrante brillo, protegerlo, mantenerlo a salvo. Esos ojos han visto cosas que no quieren volver a ver y se preparan para poder cerrarse rápido para intentar sufrir lo menos posible con lo que puedan contemplar.<br />
<br />
<i>Quítate la máscara.</i><br />
<br />
Te ves sumergida en un mundo que no conocías, que no te dejaron conocer. Y no quieres admitir cuánto te gusta por si resultara finalmente ser un sueño y nada más. Pero, amiga, tu propio cuerpo va gritando a aquellos que como yo quieran escucharle, que todo eso te gusta, que no quieres que se acabe, que es algo maravilloso y que quieres seguir disfrutando.<br />
<br />
<i>Quítate la máscara.</i><br />
<br />
Muestras a todos tu lado más oscuro, más rebelde, más descarado, más sufrido, más fuerte. Sin embargo, poco a poco y sin que te des cuenta, tu lado contrario asoma por pequeños rincones de ti. Y luchas por retenerlo con menos fuerza cada vez. Quizá ya no te importa que escape, quizá te estés dando cuenta de que no compensa. Quieres dejarlo fluir, que salga a flote a este mundo del que ahora formas parte... Pero tienes miedo. Y el miedo puede obligarnos a hacer cosas incomprensibles, irracionales, estúpidas.<br />
<br />
<i>Quítate la máscara.</i><br />
<br />
Empieza a darte a cuenta de que vivir merece la pena. Lucha por recuperar toda la felicidad que una vez te arrebataron. Y ríe, ríe con todas tus ganas. Y llora, sé capaz de llorar de alegría, de emoción. Y salta, canta, baila, juega, disfruta. Porque te lo mereces, aunque nunca te lo hayan dicho, aunque tú no lo creas.<br />
<br />
<br />
<b>Quitate la máscara y muéstrame esa sonrisa de felicidad otra vez, que no me cansaré jamás de contemplarla.</b>Albixu_http://www.blogger.com/profile/10342695028405185415noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5179267570925473490.post-18936154327286802542016-05-11T12:37:00.002-07:002016-05-11T12:41:55.014-07:00Reflejos<b>A veces pienso en lo feliz que me haría que volvieras. </b><br />
<br />
No creo que el tiempo haga posible alguna vez que sea capaz de olvidarte. Esos ojos no son fáciles de olvidar. Tampoco lo son aquellas manos, ni aquella hermosa cabellera que dejabas caer con elegancia y naturalidad sobre cualquier rincón de nuestro hogar. Tu sonrisa alumbrando la más absoluta oscuridad, aquella risa. Ahora todos los detalles me parecen más importantes aún que entonces. Incluso los más insignificantes cobran fuerza cada vez que los recuerdo.<br />
<br />
Puedo oír tus pasos caminando por el pasillo. Puedo notar tu calor cuando te metías en la cama. Aún puedo recordar tu perfume entre las sábanas. Al mirarme en el espejo del baño, siento que en cualquier momento vas a aparecer tú, <i>reflejándote en él</i>, con el pelo alborotado y los ojos medio cerrados de sueño. Caminar por esa casa solamente conseguía traerme de nuevo el dolor de tu ausencia. Por eso la abandoné.<br />
<br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj3zE1HYrONKuNf7w2zKQjwH6m0OsKE0uGvx_y9BRZjn42eUUeNhKM7RrrDT1XwjB-Jxi8FM3noJckgLxCtlHJO09_KQzuAWpLjslNTaoLc_ZKCOEII91I5fgrxn2S1J9zsjdHc1QQCLQ1H/s1600/IMG_1527.JPG" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="265" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj3zE1HYrONKuNf7w2zKQjwH6m0OsKE0uGvx_y9BRZjn42eUUeNhKM7RrrDT1XwjB-Jxi8FM3noJckgLxCtlHJO09_KQzuAWpLjslNTaoLc_ZKCOEII91I5fgrxn2S1J9zsjdHc1QQCLQ1H/s400/IMG_1527.JPG" width="400" /> </a></div>
Aún todavía, cuando recorro las calles de nuestra ciudad, soy capaz de verte <i>reflejada en los cristales</i> de los escaparates. Y me giro a menudo por si fuera real, pero nunca lo es. Ya no. Me pasa a menudo.<i> Tu reflejo aparece en cualquier rincón</i>. Y no puedo soportarlo. En cualquier momento parece que pudiera girarme y abrazarte como lo hacía entonces, con la misma fuerza con la que no puedo hacerlo ahora, pero con las mismas ganas.<br />
<br />
<br />
Todavía tengo dudas de si seré capaz de olvidar el día en el que ese hermoso cuerpo suave, de piel clara y embriagador olor,<b> fue enterrado bajo tierra</b>.<br />
<br />
<br />
<br />
<br />
<br />
<span style="font-size: xx-small;">Foto: Noe Mesa.</span> Albixu_http://www.blogger.com/profile/10342695028405185415noreply@blogger.com0