Esto es un quiero y no puedo. Un puedo y quiero. Dos piezas que encajan pero que no están solas en el puzzle.
Es como un mensaje al móvil tras una noche de fiesta. Asaltar la nevera de madrugada. Es pensar y no saber de qué forma te estás equivocando. Es hablar con la almohada cuando no tiene nada que decirte. Es jugar a un juego en el que puedes perderlo todo.
Reír. Temblar. Soñar. Buscar miradas entre paredes de piedra.
Cosquillas en la barriga, manos frías, abrazos calentitos y unos ojos en los que buscarlo todo.