martes, 19 de septiembre de 2017

Una princesa y una enfermera

Ayer unas personas se sorprendieron cuando les dije que no me gusta salir de fiesta, que no me va emborracharme cada fin de semana, que no comparto que la definición de salir sea "ir de bares" y que las noches me gusta pasarlas durmiendo en mi cama.


No es la primera vez que cuando la gente se entera de eso sobre mí, me mira de arriba abajo como si lo que les digo no me pegara para nada. Lo que a mí me hace sentirme orgullosa, en lugar de cohibida. No es novedad que la gente me diga que no se esperaban que me gustaran tal o cuales cosas.


Sin embargo, así soy. Y para nada me avergüenzo. Prefiero pasar la tarde jugando con la pelota y mi perro, echar horas y horas de juegos de mesa (incluso una partida de Eldrich Horror que empiece a las 7 de la tarde y termine a las 5 de la mañana para después de tantas horas acabar perdiendo...), disfrazarme, ir a roles en vivo, viajar,... Un día puedo ser la enfermera que acompaña a un paciente en su enfermedad terminal lo mejor que puede y al día siguiente puedo estar matando trolls vestida de elfa.


Por no hablar de mis gustos. Lo mismo veo series de Zombies que Floricienta por cuarta vez (360 capítulos más o menos). Mi película favorita es Love Actually pero que el mejor libro en mis manos puede ser cualquier thriller de misterio, asesinatos e intrigas. Mi grupo de música favorito desde que era bebé es Mecano pero en mis listas de reproducción nunca faltan canciones de Cristian Castro o Nickelback. Me encanta pasar horas en el sofá leyendo un libro así como pegarme dos horas en el gimnasio dando puñetazos, levantando pesas o haciendo series de abdominales en las que parece que se te van a salir las tripas de dolor. 

Pero mentiría si dijese que no me gusta tener el armario lleno de modelitos, faldas y vestiditos monos, seguir las tendencias de la moda y leer y ver vídeos sobre ello. Mentiría si dijera que odio sentarme delante de mi tocador y disfrutar de la textura de cada brocha sobre mi rostro, el olor de la base de maquillaje, practicar con el ensayo error de las sombras de ojos, ver cómo cambia la mirada una simple máscara de pestañas y llenar mis labios de color.



¿Y os digo algo? Se puede ser todo esto. Se puede ser todo esto y más. Puedes ser lo que quieras, solo tienes que hacerlo.

No hay comentarios :

Publicar un comentario